VAMOS ADELANTE

Esta es la visión que tenemos en la Iglesia Cristiana Filadelfia Central para el año 2017.

El plan de Dios para la vida cristiana es crecer, avanzar y tener un progreso continuo en todas las áreas; “olvidando ciertamente lo queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante” Filipenses 3:13. Sabemos que no siempre es una realidad en nuestras vidas.

El plan de Dios para Israel era sacarlos de Egipto y llevarlos a la tierra prometida. Dios los sacó para que pudieran entrar. Canaán representa el lugar que Dios tenia para ellos en Su plan perfecto. Los casi 39 años en el desierto no formaban parte del plan de Dios para ellos. El pueblo escogió retroceder en vez de avanzar y conquistar. Como resultado de esta desobediencia una generación no entró en el propósito de Dios.

Josué recibió el llamado de ser el líder del pueblo y dirigir la conquista. Una nueva generación se levantó para tomar posesión de la tierra que Dios los había entregado. “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel” Josué 1:2.

Hay creyentes que nunca han avanzado en la vida espiritual, viven entre Egipto y Canaán, en el desierto, nunca han madurado espiritualmente. El desafío es madurar en el Señor y entrar en Su plan perfecto: “Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez” Hebreos 6:1 NVI.

Otro aspecto de avanzar tiene que ver con extender, multiplicar y reproducir. El profeta Isaías dice: “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas” Isaías54:2
La naturaleza nos enseña que todo lo que tiene vida se reproduce, La hierba da semilla según su naturaleza y el árbol da fruto y se reproduce según su género Génesis 1:11-12.
El mismo principio se aplica en lo espiritual. Ovejas sanas y fuertes se reproducen en otras ovejas, el líder se reproduce en otro u otros líderes, un pastor en otros pastores. Un grupo familiar debe crecer y se divide en dos grupos con su liderazgo preparado. Una iglesia se abre para comenzar otra.
Es indispensable capacitar a otros por medio de la enseñanza y también a través de delegar. Parte de la formación es dar participación. De esta manera avanzamos todos y el Reino de Dios se extiende.