POLÍTICA

¿DEBEN ESTAR LA RELIGIÓN Y LA POLÍTICA UNIDAS?

Treinta años atrás cuando me convertí al cristianismo, se decía que la política era del diablo. Los últimos 18 años de mi vida han sido de estudio profundo de lo que hizo del cristianismo un movimiento expansivo y de conquista en Europa, Estados Unidos y el mundo.

 

Al leer de diferentes líderes y políticos cristianos del siglo XVI al XIX, es evidente su influencia en la transformación de sus sociedades. Tal es el caso de William Wilberforce, parlamentario inglés quien dedicó su vida a la abolición de la esclavitud, actividad que por ese entonces era considerada una actividad comercial más. La controversia hoy en día es si deben estar la religión y la política unidas.

El diccionario Webster, define a la religión como: «una causa, principio o sistema de creencias llevadas con ardor y fe.» En ese contexto el budismo, islam, cristianismo son una religión, como también el futbol, o el ateísmo.  Webster define político como: “el arte o ciencia de gobierno o gobernar;” y hace la salvedad de jugar a la política como: “el decir o hacer cosas por razones políticas personales en lugar de hacer lo que es correcto o mejor para otros.” Es decir años atrás la política era entendida como el arte de gobernar haciendo lo que es correcto o mejor para otros y no para el beneficio personal, algo solo entendido y vivido desde el amor.

 

¿Debe ser entonces la política influenciada por la religión? Siempre lo estará, porque según definimos los hombres tendrán siempre una causa, principio o sistema de creencias llevadas con ardor y fe.  Si vemos una decadencia en lo político es porque la iglesia hemos fallado en influenciar y preparar hombres y mujeres con el sistema de creencias adecuado basado en los principios y valores de la palabra de Dios para gobernar efectivamente.

 

Cuando la iglesia en Alemania tras la reforma se adormeció, filósofos ateos introdujeron nuevas filosofías que inspiraron a un Adolfo Hitler y a una generación que hizo parte del movimiento nazi.  Alemania era la nación más educada de Europa pero con una moral deteriorada que le costó la muerte a millones en el mundo.  Bien decía el presidente Teodoro Roosevelt “Educar la mente de una nación y no su moral es un crimen a la sociedad”

 

La iglesia de Jesucristo es la esperanza del mundo y responsable de discipular a las naciones. Cuando su mensaje se limita solo a la prosperidad, comodidad personal y cielo, falla en comprender su encargo de discipular a cada sector incluyendo el de gobierno para extender el Reino de Dios entre tanto Cristo regresa.  Este fue el mensaje del apóstol Pablo:

 

2Cor 10:3-6 MSG El mundo no tiene principios. Es solo la ley del fuerte allá afuera! El mundo no juega limpio. Pero nosotros no vivimos y luchamos nuestras batallas de esa manera, nunca lo hemos hecho y nunca lo haremos. Las herramientas de nuestro oficio no son para el mercadeo o la manipulación, ellas son para demoler toda esta cultura masiva de corrupciónUsamos nuestras armas poderosas para la destrucción de filosofías moralmente torcidas, derribando barreras eregidas contra la verdad de Dios, y llevando todo pensamiento suelto, emoción e impulso a la estructura de una vida moldeada por Cristo.

 

Es tiempo de que el mensaje de la Iglesia deje de ser uno de escapismo y regrese a ser uno de conquista y transformación trayendo el carácter del amor de Cristo revelado a nuestra sociedad.

 

POR: PASTOR CAMILO BEDOYA – IGLESIA SEMILLAS DE VIDA

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