Un llamado a la desmovilización, un llamado a la paz.

“Colombia no puede tener la pandemia del virus y la pandemia de la violencia. Lo importante es que no haya más violencia, secuestros, reclutamiento de menores e instalación de minas antipersonal”.

A finales del mes pasado, el presidente de la Republica, Iván Duque Márquez, asignó a la oficina del Alto Comisionado para la Paz, las funciones de verificar la voluntad real de paz, de reinserción a la vida civil, y de verificar la voluntad real de sometimiento a la justicia, de los grupos armados organizados que hoy hacen presencia en Colombia.
Dicha asignación se hizo mediante el decreto número 601 de 2020, de la Presidencia de la República, firmado por el Jefe de Estado.
En palabras concretas, se busca que los integrantes de los Grupos Armados Organizados que actualmente delinquen en el país: ELN, las llamadas disidencias de las FARC, el Clan del Golfo, los llamados Pelusos o EPL, y los denominados Caparros, que constituyen una disidencia del Clan del Golfo, hagan un tránsito a la
legalidad de manera individual.
Y aquí resalto que el sometimiento a la justicia por parte de los integrantes de cada uno de estos grupos, es posible a través de un acercamiento con la oficina que dirijo y las personas que autorice.
En la actualidad existen beneficios jurídicos en el Código de Procedimiento Penal, para que las personas que realicen el tránsito a la legalidad puedan tener rebajas de penas, y subrayo que esos beneficios jurídicos individuales se pueden aplicar inmediatamente para sí mismos y para sus familias.
Puedo reiterar que estos beneficios van a cubrir no solamente los primeros meses, sino, como ya viene sucediendo a través de la Agencia de Reincorporación y Normalización (ARN), los cobijarán durante los siguientes años de inserción en la vida civil.
Sin duda alguna esta es una nueva oportunidad que ofrece el gobierno del presidente Iván Duque, para que los miembros de los grupos armados organizados que quieran hacer un tránsito a la legalidad y un sometimiento a la
justicia, puedan tener una ruta para lograrlo.
27 integrantes del ELN se desmovilizaron en el Cauca Como Alto Comisionado para la Paz, fue un orgullo llevarle al país la noticia de las primeras desmovilizaciones, en esta oportunidad de 20 integrantes del ELN en el
municipio de El Tambo, Cauca.

Viajé a Popayán y junto a los integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía de la región, les dimos la bienvenida a su nueva etapa de reinserción, en una demostración de respeto al Derecho Internacional Humanitario y los Derechos
Humanos.
Dialogué constructivamente con ellos durante más de una hora y les inistí en esto: “hay una oportunidad de salvar sus vidas, de lograr una reinserción a la vida civil de ustedes y de sus familias, y este es el momento”. Me escucharon con atención y los más importante, mostraron la voluntad de pasar la página de la violencia en sus vidas.
Posteriormente, otros siete integrantes del ELN también se desmovilizaron en la misma región del Cauca. Este grupo se entregó con su armamento.
Estas primeras desmovilizaciones son un símbolo, un mensaje para todos los demás alzados en armas:
«Reiteramos el llamado a todos aquellos que están hoy en los grupos armados organizados para que den un paso a la reinserción a la vida civil».
También quiero destacar el interés manifiesto de reinsertarse de otros integrantes de grupos armados organizados, en distintas regiones del país, gracias al decreto presidencial promulgado.
Desde la importante tribuna del periódico Valores Cristianos quiero concluir esta invitación a la desmovilización, al tránsito a legalidad y a la paz, transmitiendo un mensaje a sus gratos lectores: Colombia no puede tener la pandemia del virus y la pandemia de la violencia. Lo importante es que no haya más violencia, secuestros,
reclutamiento de menores e instalación de minas antipersonal. La Paz es un bien común y en su construcción debemos participar todos. Pero esta paz debe comenzar desde nuestros hogares, desde nuestras familias, respetando los principios y valores y sobretodo, una paz fundamentada sobre la legalidad y la convivencia.

Por: Miguel Ceballos Arévalo, Alto Comisionado para la Paz, la Legalidad y la Convivencia.

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