Si la división persiste…, ¿Para dónde va el LEÓN?

En este año 2020 la división en el partido del LEÓN se ha profundizado. Han sido momentos de tensión, y con una circunstancia latente ante el Consejo de Estado, lo que intensifica la situación. Rogamos al Todopoderoso, que ese fallo sea favorable.  

Ahora, todos sabemos que las ansias de poder llevan a la división y a las malquerencias. En mi caso, tengo una postura clara; creo que el partido debe realizar un análisis profundo de su futuro y dejar el marco y la ruta disponible para las próximas elecciones del 2022. Desconcertante la actuación lo del Representante Legal (La renuncia y el renombramiento del Secretario General del Partido fue una chambonada que genera más división…, ¿quién se la invento?). es necesario tener convocatorias de alianzas y saber para que estamos hechos. Si el partido esta para generar peleas, y pedir puestos en el gobierno central…, apague y vámonos, que se inventen otro partido. Sino se cambia la forma de convocar, muchos candidatos políticos se van del partido, sino existe la apertura, no hay partido.  

Muchos son los factores de división que causan las Iglesias grandes en materia política. Por ejemplo: las Iglesias grandes no deben imponer candidatos sobre el elector primario. Tener muchos miembros, no quiere decir “voto garantizado”, tener muchos miembros no quiere decir “buenos políticos” (Senadores, Representante a la Cámara, concejales y diputados), tener muchos miembros para imponer en que puesto me ubico en la lista cerrada, cierra las posibilidades de aquellos que están trabajando para llegar a un escaño. 

Busquemos consolidar un partido de apertura, un partido donde las fuerzas puedan competir con claridad que esto le sirve a la democracia interna. No se puede perder el norte del partido, el fin por el cual fue creado.

Las diferencias bienvenidas, las divisiones viejas y mal intencionada le están cobrando una factura muy costosa a sus miembros.  

Anteriormente, en los partidos tradicionales se escuchaba de que casa Política era cada uno. Recuerdo que, en el partido liberal, se veía la Casa López, o la Casa Llerista, también existió la Casa Turbayista. En el caso del partido conservador había divisiones entre los Laurianista y Belisarista, Pastranista y otros.

Así mismo está pasando en el partido del LEÓN. Unos plantean que se vaya Ricardo, otros que se vaya el pastor Cañas, otros dicen que sea el pastor John Milton…, pero que alguien sea expulsado. ¿Quién ganaría en este caso?, en el caso de que alguno se vaya, ¿cuál será la victoria del partido?, ¿Qué puede celebrar el contradictor?, ¿Qué puede celebrar las bases del partido…? Absolutamente nada …, los fracasos no se celebran, se sufren, y duele decir que, muchos están a la expectativa que esto suceda, verlos caer, antes de las elecciones. Estos son más marrulleros que los políticos de antaño. 

Es hora sacar las fuerzas de la sabiduría, dejar los odios, y arrodillar el ego. En caso tal, veremos a millares saliendo a buscar Partidos afines (Conservador y Centro Democrático) donde se puedan acomodar fácilmente. Es la hora de actuar con la transparencia de un buen líder. 

 NOTA: Les ruego no preguntar algún miembro nuevo de que grupo pertenece, si de Ricardo o de Colombia Justa. Eso genera malestar y confusión.

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