Profecía para principiantes

Podemos entender lo que está pasando actualmente a partir de su significado bíblico. Nuestro Dios es Eterno, el Gran Yo Soy. El Todopoderoso, el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin (Apocalipsis 1:8). Él anunció el final, desde el comienzo (Isaías 46:10).

Él conoce el pasado, el presente y el porvenir, a la vez. Él es y está, a la vez, a fuera y dentro del tiempo.
Su Palabra afirma claramente lo que ha venir. Así que la profecía bíblica son hechos ciertos acerca del futuro. Aún vivimos, desde la obra de la Cruz, en la Estación de 2000 años. Ciertamente Jesús vino, murió y resucitó por nosotros y por Él tenemos acceso al Cielo, a la Presencia de Dios Padre. Estamos en la Edad de la Gracia, la Edad de la Iglesia, la del Espíritu Santo, desde el día de Pentecostés hasta el Rapto de la Iglesia, el cual se avecina. Lo que se refiere al fin del mundo, no es exactamente eso sino el fin de la Edad de la Iglesia en la tierra con el Rapto. Jesús viene por nosotros y nos saca de la tierra. Mientras tanto, trabajamos llevando las Buenas Nuevas de Salvación para que más
gente conozca de Cristo, del Espíritu Santo y de la Iglesia; y puedan, así, entrar como nosotros, en ella: en el Cuerpo de Cristo. Una vez la Iglesia sea arrebatada, se manifestará el anticristo: el hombre de perdición, el hombre de pecado, totalmente influenciado y poseído por Satanás.

Él será un político brillante, durante la Tribulación, para un mundo atemorizado. Él ofrecerá “ respuestas y soluciones” para los problemas del mundo y será tenido como un súper héroe. Será un hombre muy carismático, pero con un corazón de hielo que, lleno de odio y egoísmo, terminará fracasando. Entonces, al final de la Tribulación, vendrá de nuevo el Señor Jesús, con nosotros sus hijos, su iglesia, a reinar sobre la tierra por un período de mil años – conocido como El Milenio-. Él gobernará al mundo desde Jerusalén, y nosotros reinaremos juntamente con Él tanto en el área política como en la socio económica para luego entrar en el Nuevo Cielo y Nueva Tierra por toda la Eternidad.
Este Reino Milenial será un Reino Externo; manifiestamente visible y diferente al Reino Interno actual de Él en nuestros corazones de Justicia, Paz y Gozo en el Espíritu Santo (Isaías 9:6-7 y Romanos 14:17)
Podemos apreciar mejor lo que hasta aquí hemos dicho mediante el siguiente esquema gráfico:

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