La voz de la Salvación
La periodista Wendy Griffith de CBN News, habló en exclusiva con el pastor Said Deeb, quién tuvo una corazonada unas horas antes de la explosión.
El pastor Said Deeb de Life Center Church en Beirut dijo que el día de la explosión masiva lo invadió un sentimiento extraño: una combinación de ansiedad, ira y tristeza que lo sacudió hasta la médula. Dijo que oró con su personal, pero no logró un gran avance y no podía evitar la sensación de que algo malo iba a suceder.
«No sé por qué, fui tan grosero, les dije a todos: ‘Vayan a casa, vayan a casa, simplemente cierren el Centro'», explicó el pastor Deeb. “Pero la gente decía, ‘¿Cómo es eso? Recorrimos un largo camino, tenemos compromisos, tenemos reuniones’. Dije que no sé por qué, pero por favor, vete a casa y vuelve el domingo y era martes por la tarde «, dijo.
«No sé por qué, fui tan grosero, les dije a todos: ‘Vayan a casa, vayan a casa, simplemente cierren el Centro'», explicó el pastor Deeb. “Pero la gente decía, ‘¿Cómo es eso? Recorrimos un largo camino, tenemos compromisos, tenemos reuniones’. Dije que no sé por qué, pero por favor, vete a casa y vuelve el domingo y era martes por la tarde «, dijo.
«Era como si el Espíritu Santo dijera: ¡Vayan! ¡Vayan! ¡Vayan! Así que yo decía que todos se fueran a casa, apagaran las computadoras, los obligaba a irse, los obligaba a ir y ellos decían: ‘Estamos cocinando, cocinando comida para los refugiados y para los pobres ‘, y yo dije:’ Hoy cancela todo, ponlo en la nevera ‘”.
Life Center Church Beirut se encuentra a solo una milla del epicentro de la explosión. Él dice que la explosión voló ventanas y puertas de la instalación de 4.000 metros cuadrados y seguramente habría cobrado vidas si alguien hubiera estado allí. Más de 200 personas perdieron la vida en esa explosión, miles resultaron heridas y decenas de miles se encuentran ahora sin hogar. Pero el pastor Deeb dice que está viendo a la Iglesia unirse ahora más que nunca en nombre de Beirut.
Autor: Paula Andrea Berbeo Gómez