“Si trato de orar por personas o circunstancias sin tener la Palabra Dios frente a mí para que guie mis oraciones, suceden varias cosas negativas. Lo primero es que tiendo a ser repetitivo… solo oro por las mismas cosas todo
el tiempo. Otro aspecto negativo es que mi mente tiende a divagar”. JOHN PIPER
Todos los días y en especial los domingos, despierto pensando cuando terminara todo esto, tomo mi computador y veo en el internet a varios pastores tratando de llevar aliento a sus fieles algunos dicen saber qué está pasando, otros decretan en una forma desesperada que termine esta pandemia, pero muchos se sienten solos y abandonados. Hace poco termine de leer un libro que ayudo mucho a incrementar mi fe, LA SOBERANÍA DE DIOS escrito por A.W PINK. Sentí como nuestro amado Señor estaba al mando de toda esta situación y comprendí que simplemente nos estaba enseñando algo, recordé cuando a Jesús lo iban a crucificar y tomo la decisión más correcta, se apartó y orando acepto la soberanía junto con la voluntad de Dios.
No sé cuándo pueda terminar todo esto, pero si de algo estoy seguro es que mientras dure debemos a prender a orar, sin motivar a que pronto termine, sino que esperando en todo tiempo tendremos fe que Dios está al mando de todo y en especial en esta situación.
Observo una creación perfecta, un mundo lleno de cosas maravillosas dándonos a todos una oportunidad de vida, creyendo que somos nosotros los que dependemos de Él, sometiéndonos a que gobierne su creación como Él quiere, un verdadero culto basado en su GRANDEZA.
«¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría de la ciencia de DIOS! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!» (Romanos 11.33).
El problema no está en los gobernantes, ni siquiera en un país especifico donde por primera vez se dio a conocer esta pandemia, ni en las cifras que a diario salen en todos los medios de comunicación, cada uno de ellos está haciendo lo propio a veces improvisando, pero tratando de ayudar a los que más lo necesitan; algunos pastores también se unen a la necesidad de las personas y regalan mercados dando ejemplo de ayuda al más necesitado. «El evangelio no es una doctrina de la lengua, sino de vida. No puede asimilarse solamente por medio de la razón y la memoria, sino que llega a comprenderse de forma total cuando posee toda el alma y penetra en lo profundo del corazón» Juan Calvino.
La dificultad más evidente radica en donde más deberían estar los líderes espirituales unidos, no lo están…, cada uno pretende y quiere mantener su voz audible en cada sermón que profesa cada domingo y en cuanto la solución radica es: en enseñar una actitud de dependencia total de Dios, aceptando su gobernabilidad que es soberana.
Es importante que nos afiancemos en la credibilidad bíblica, que enseñemos un lenguaje trasmitido por Dios, más dependencia de Él, menos de los hombres o circunstancias. Tito 2:11-14 “Porque la gracia de Dios se ha manifestado,
trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras”.
Teniendo presente la situación del Covid-19, qué inevitablemente es una realidad en el momento. Reconociendo que Dios está en control de la situación.
¿Cómo debemos vivir en estos tiempos los cristianos? Como cristianos, la Biblia nos manda «aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos». Una de las formas para obedecer este mandato bíblico es orando. El pastor inglés
Charles Haddon Spurgeon del siglo XIX dijo «nadie puede hacerme un favor más grande en este mundo que orar por mí».
En estos tiempos demostramos tanto dependencia de Dios como intercesión por otros cuando oramos. Una de las mejores formas de orar es haciendo uso de la misma Biblia. Donald Whitney autor de – Orando la Biblia – dice que es la mejor manera que regresarle las mismas palabras inspiradas por Dios, a Dios mismo.
Una de las formas de orar la Biblia es haciendo uso de los salmos y utilizándolas como guía de oración. Un ejemplo el Salmo 23 El Señor es mi pastor nada me faltará. Luego de leer este salmo orar por nuestros pastores, quienes nos dirigen, y nos gobiernan, e incluso por cómo funjo yo como pastor sobre otros. Orar la Biblia me mantiene concentrado en qué orar y por quienes orar según el texto Bíblico.
En este tiempo global de incertidumbre debemos unirnos en nuestra dependencia a Dios y como iglesia clamar a Dios. El liderazgo también debe unirse en torno a la doctrina Bíblica para poder guiar al Pueblo de Dios, como dice Santiago 3
«sabiendo que recibiremos mayor condenación» y qué el pastorado responderá ante el Príncipe de los Pastores por la grey y por el modelo que lideraron. Yo NO me excluyo, ya que también ejerzo liderazgo en otros niveles y también responderé a Dios por mis esferas de liderazgo. El orar la Biblia nos guiará más a una forma vivencial de liderar públicamente, y moldeará nuestra forma de pensar en todas nuestras esferas de vida, a un molde más bíblico.
Orar la Biblia también es una forma de meditar la lectura del día. Muchas veces luchamos con leer la Biblia y orar. El tiempo, el ajetreo, los hijos, los vaivenes de la vida. Pero Orar la Biblia es una disciplina que inicia con la lectura de la Biblia, orar se puede hacer sea en el lugar secreto, o en el transporte hacia el trabajo, incluso en el lugar más recóndito. Si tan solo ya has leído el texto, solo te falta llevar el texto a la oración.
Al orar la Biblia también estamos meditando, y de esta manera interiorizando la Biblia. Y así vamos llevando la Palabra a nuestras realidades en el trabajo, en el hogar, en el lugar de estudio. Otros pueden hacer uso de la audio-biblia.
Este estilo de vida, nos puede llevar fácilmente a memorizar textos que nunca creímos aprender. El orar no solo me beneficia a mí, sino también a la persona por quien estoy orando. Hagamos de este tiempo de cuarentena (los que seguimos encerrados) un tiempo de entrenamiento en las “barracas” espirituales para que cuando seamos llamados a militar otra vez en público ya hayamos desarrollado la memoria muscular de la oración y sea una segunda naturaleza en la vida practica del ajetreo del día a día.
Juan Carlos Castro A.
Abogado
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