Ni Palmadas, Ni Reprensiones

En un acto innecesario y redundante, ante la ya normatizada prohibición del castigo violento dentro de la familia, o violencia intrafamiliar, el Congreso de la República aprueba el proyecto de ley que elimina las ¨palmadas¨ o reprensiones sobre el menor criado por sus padres.

El proyecto impulsado por el Representante a la Cámara del Partido Liberal; Julián Peinado, indica que, existen diferentes medios que pueden determinar cuándo un padre pasó la línea de la reprensión a la violencia intrafamiliar. Esta nueva ley prohíbe, de manera definitiva, las palmadas o reprensiones. Evitando que los padres de familia sigan pensando que están autorizados por la ley a corregir con métodos que impliquen el castigo físico.

Para lo anterior, es importante recalcar la existencia de una normatividad que castiga este tipo de hechos, por lo que, en un acto redundante y reprochable, los impulsores de esta ley, pretenden evitar el castigo común, convirtiéndolo en una especie de talleres brindados por el Estado, donde cada vez que el menor ¨entre en pataleta¨, tengan que recurrir a las instituciones para ser orientados a una debida corrección.

A falta de la sanción presidencial, el Congreso de la República ordena al Estado, que, en estos siguientes 5 meses se orienten a los padres de familia, del cómo utilizar las herramientas ya normatizadas para el castigo de un menor. Convirtiéndose esto, en un cambio drástico a la educación de nuestros menores en Colombia.

Como ya mencionábamos, existen prestablecidos en el código penal, las conductas de violencia intrafamiliar que atenten contra el menor, entendiéndose este daño, como el acto físico o verbal que afecte de alguna forma a la otra persona. Además, el proyecto de Ley está atentando contra dos derechos fundamentales de la Constitución Política de Colombia como lo son los artículos 42 y 44 del mismo.

Erradamente, se ha querido disfrazar el hecho de la necesidad de una reprensión correcta, pues bíblicamente está escrito, que: “instruye al niño en su camino, cuando sea grande no se apartara de Él”. Esa premisa de ¨instruir al niño¨ no viene acompañada de talleres o intervención de terceros, pues está en la casa y en los colegios la verdadera educación de principios y valores de cualquier menor.

El presente escrito no intenta avalar darle ¨palo a los muchachos¨, pues ya la violencia intrafamiliar esta capitulada dentro de la normatividad en Colombia. Es más bien, un llamado a los Padres de familia, quienes comprendemos y sabemos de la necesidad de una corrección recta y dura, pues de eso dependerá el futuro del país, pero el Estado, no puede venir a imponernos talleres de corrección al menor,

minorizando nuestra autoridad paternal, y dejando en manos de instituciones la verdadera crianza de un niño.

“El padre que verdaderamente ama a su hijo, lo corrige”

“La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él”.

Página 3
Periódico Valores Cristianos
Edición 255

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