Ayudar a los que necesitan conocer de Dios
Los misioneros de Iris Global llevaron alimentos físicos, emocionales y espirituales a personas en situaciones de pobreza y prostitución en al menos 11 vecindarios de Fortaleza (CE), en colaboración con el programa Pátria Voluntária y la Fundación Banco do Brasil.
Iris Fortaleza es una de las 650 organizaciones registradas en el programa Pátria Voluntária del gobierno federal, que reúne a más de 15 mil voluntarios y ya ha beneficiado a más de 650 mil personas con acciones sociales.
En promedio 430 personas, que comprenden 144 familias de comunidades desfavorecidas o prostituidas, recibieron canastas básicas de alimentos y artículos de higiene personal. La acción ocurre como una forma de alivio durante la pandemia del nuevo coronavirus.
“Hemos visto una gran gratitud y la sensación de ser recordados y no olvidados en tiempos difíciles. Estas personas han experimentado la bondad de Dios y el amor práctico de Jesús en el trabajo en sus vidas”
Según el pastor y misionero Bruno Teixeira, director de misiones en Iris Fortaleza, el apoyo del programa, dirigido por la primera dama Michelle Bolsonaro, es un avance para el tercer sector.
«Veo esta actitud y apoyo como una expresión clara de lo que significa ser cristiano. En Brasil, el trabajo social ha sido visto por mucho tiempo como una fuente de ganancias. Al ver a todo el país comprometido hoy, podemos ver que esta iniciativa tiene la mayor preocupación por la población más vulnerable”. dijo Bruno a Guiame.
El misionero también deja un mensaje de aliento para los cristianos que quieren hacer lo mismo: salir a las calles para difundir el amor de Dios, tomando todas las precauciones durante la pandemia.
“Siempre recordamos el pasaje donde Jesús alimenta a una multitud de hombres, mujeres y niños, con solo 5 panes y 2 peces. Esto nos hace pensar que ser cristiano no es solo alimentar el espíritu, que para nosotros creemos que es fundamental. Pero ser cristiano también requiere alimentar lo físico, ya que tenemos un cuerpo que tiene sus necesidades diarias”, dice.
Autor: Paula Andrea Berbeo Gómez