“Costa Rica tiene que hacer un reconocimiento de los aportes económico- sociales y culturales que la población migrante nos brinda y en eso las instituciones tenemos una gran responsabilidad, de informar a la población del gran legado que la población migrante nos ha dado, que en este país con excepción de los pueblos indígenas, tenemos que reconocer que todos emanamos de una multiculturalidad y de un legado incluso mayor que va centrado en ese reconocimiento constitucional, de una sociedad plurilingüe, multicultural, llenas de riquezas y diversidad” expresó el Ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social Costa Rica Juan Luis Bermúdez.
“Nos corresponde erradicar mitos. Ese erradicar mitos es un proceso educativo permanente, en el cual sector privado, instituciones públicas, medios de comunicación, entidades religiosas tienen que ayudarnos a generar una erradicación permanente de la estigmatización de la población migrante” adicionó el jerarca.
Agregó “la inclusión laboral, es sin duda un eslabón que debe permitir que por ejemplo la población refugiada que viene huyendo de nuestro país por persecución porque que esté en peligro su vida o por cuestiones políticas que no les permite ejercer sus derechos tenga una rápida incorporación y allí hay un reto importante que tiene que ver con el reconocimiento de las habilidades, certificaciones y títulos que las personas tienen en su país de origen”.
Con Bermúdez conversó el Periódico Valores Cristianos.
Entrevista
¿Como combatir la xenofobia y los patrones relacionados a estos?
Nos corresponde trabajar con nuestros niños y niñas en una clara cultura de inclusión social, de tal manera, que ellos representen el rompimiento de la xenofobia y los patrones que históricamente también tenemos reconocer que como sociedad hemos tenido.
Costa Rica ha sido una sociedad que, en el pasado, donde los patrones de exclusión, de la xenofobia y racistas se consolidaron alrededor que mucha población se isla en el Área Metropolitana y el rompimiento de ese legado es una obligación de todos y todas.
Sin duda, nuestra gestión está centrada en garantizar información a la población migrante y no migrante alrededor de sus derechos de tal manera que podamos construir realmente una convivencia que nos permita a todos y todas generar el desarrollo que este país necesita independientemente de que estemos en crisis o no estemos en crisis. Las personas migrantes son un factor de desarrollo humano para el país.
¿Qué influencias podrían tener las expresiones orales?
Las expresiones orales reproducen mitos xenofóbicos, generan estructuras de valores y creencias que podrían extender en el tiempo condiciones de exclusión social, que no son adecuadas para el desarrollo de una nación, para la cohesión social.
Pero al mismo tiempo, los patrones morales inclusivos afirmativos reconociendo no solamente los aportes, sino los errores históricos, que hemos tenido en Costa Rica pueden ser una gran herramienta para trasmitir información y cambiar conductas.
Allí lo que nos corresponde, yo allí celebro que programas y medios como el Periódico Valores Cristianos de Colombia generen este tipo de discusiones pueden realmente ser vitales para la convivencia sana y constructiva entre población migrante y costarricense al fin al cabo todos compartimos el mismo suelo y cielo.
¿Qué es para Usted precariedad migratoria?
Desde la academia el concepto de precariedad migratoria es concebido con una vulneración constante y sistemática de la condición de vida de la población migrante me refiero a la imposibilidad que tienen de reivindicar sus derechos a la salud, a la educación, a la protección social, al aseguramiento, en ese sentido la precariedad tiene que ser un fenómeno que tiene que ser revertido, a parte de los procesos de inclusión, protección social y de la integración de la población migrante de una manera proactiva, sujeta de derechos en la convivencia social.
¿Qué provechos y prejuicios tenemos de poder contar con migración en Costa Rica?
En cuanto, a los prejuicios en nuestro país, hemos escuchado que personas alegan que “la población migrante demanda de los servicios y beneficios sociales en mayor medida en la población costarricense” lo cual es falso.
También tenemos afirmaciones no sustentadas sin ninguna evidencia de que la población migrante tiene una mayor incidencia delictiva que la costarricense la cual también es completamente falsa. Basta ver las estadísticas judiciales o incluso las estadísticas de la población penitenciaria que la población migrante es mucho menos medida que la población costarricense que es sujeta a procesos judiciales o de penas que tengan que llevar a la privación de libertad.
También tenemos el mito que la población migrante compite en la búsqueda de empleos con la población costarricense. Lo cual también es completamente falso.
La población migrante se ubica en cuanto a inserción laboral principalmente en actividades agrícolas y de servicios a las cuales a la población costarricense desde hace mucho tiempo dejo de optar como una medida de inclusión laboral.
De allí hay que reconocer que año con año nuestro país, encuentra un déficit de mano de obra por ejemplo en la agricultura que tiene que ser llenado con procesos migratorios ordenados que se dan entre el sector privado, el sector agropecuario y las autoridades de migración de Costa Rica.
Así que esas son tres de las principales áreas donde podemos destacar que ni la evidencia, ni la experiencia, nos dice que el mito tenga sustento algo por el contrario como lo decía la población migrante genera un 12 por ciento del Producto Interno Bruto según estadísticas para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la Organización Internacional del Trabajo son aportes realmente valiosos para la seguridad social, para el sistema de protección social, es decir de la institucionalidad que garantiza la atención de la población en situación de pobreza. Sin lugar a dudas, fuente de riqueza y diversidad cultural, de aportes a nuestro desarrollo humano.
ESCRITO POR: Alberto Cabezas