Marcos Suarez
(1959 – 2016)
Lamentamos informar el fallecimiento del pastor Marcos Suárez, quien desarrollaba su ministerio a través de la iglesia Manantial de Vida Eterna de las Asambleas de Dios, quien ha sido llamado recientemente por el Señor para habitar en su presencia luego de haber cumplido ya con más de 18 años de ministerio y predicando su Palabra al más necesitado.
Quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo, encontrábamos en él, esa chispa del buen humor, alegría, “sabiduría boyacense”, creatividad, espontaneidad y consejería bíblica muy oportuna. Creció y se fundamentó bajo las enseñanza del pastor Eduardo Cañas, lo que le permitió desarrollar todo su potencial de liderazgo y el amor por los perdidos, fue una persona entregada completamente a la Obra hasta sus últimos minutos de existencia en esta tierra
Pero su ministerio pastoral comienza en el año 2013, gracias al crecimiento de la iglesia Manantial, fue necesario enviar un pastor para abrir la Sede en Facatativa; su nombre es seleccionado gracias a su testimonio y frutos como líder, supervisor general y toda la escalera ministerial por la que tuvo que pasar. Duplicando su compromiso y dedicación lograría afianzarse con cientos de seguidores que finalmente oirían el llamado de Dios y empezarían a servir al Señor bajo esta importante congregación, todo esto gracias a su sencilla manera de pensar, que consistía en sembrar en cada grupo familiar esa semilla de esperanza y unidad que con el tiempo cosecharía una comunidad tan abundante y cálida que sería el claro reflejo de sus días.
El periódico Valores Cristianos tuvo el honor de entrevistarlo en una ocasión y conocer la historia de su vida, historia que dejará una huella en nosotros y en toda su familia. Enviamos nuestras más sinceras condolencias a su amada esposa Gilma Reyes y a sus hijas, reconociendo la gran labor que el pastor desarrolló a lo largo de su vida. Hoy agradecemos tantos años de servicio y enseñanza, enaltecemos su amor por Dios y ese don que tenía para predicar la Palabra, nos despedimos del gran pastor y el amigo de confianza que por tanto tiempo dedicó su vida a llevar consigo el mensaje que el Señor nos ha encomendado a cada uno de nosotros. Paz en su tumba.