Este hombre de 35 años pasó más de un mes sufriendo con el coronavirus, mientras escuchaba en cama que “estaba muerto”.
José Ribeiro De Souza Junior fue dado de alta este 15 de abril en compañía de sus familiares y funcionarios del hospital, cantando la alabanza “nadie explica a Dios”. Fue internado el 27 de enero por dolor de cuerpo y baja saturación y una semana después empeoró. Unos meses después, los médicos anunciaron a la familia que sólo le quedaban 24 horas de vida y que ya estaba en proceso de fallo orgánico.
«Escuché cuando empezaron a hablar que estaba muerto. Había varias personas aquí, sentí que me agarraban. Pensé: ‘Dios, estoy vivo’. Creen que estoy muerto, pero yo sé que no lo estoy. Dame fuerzas para despertar, dame una oportunidad más», expresó Júnior.
Según el periódico Diario do Nordeste, la esposa de Junior se reunió con un grupo de personas en el lugar donde estaba hospitalizado su marido para alabar y orar por la sanidad de los pacientes con coronavirus ingresados allí, desde el momento en que supo la noticia hasta el último día.
Júnior escribió una carta a sus amigos, familiares y profesionales de la salud, a pesar de que su coordinación motora estaba comprometida, pidió por cada una de las personas que lo habían tratado y que estaban en la tarea diaria de salvar a otros pacientes. Gracias a su fe y poder de oración, hoy puede contar su historia de vida a quienes necesitan una palabra de aliento en los hospitales de su país.
ESCRITO POR: CRISTIAN CAMILO OSORIO MUNEVAR