Lorena Rios – “Los cristianos harán parte de los planes gubernamentales en nuestro país”

 

Con mucho esfuerzo, amor y pasión por el Señor; una mujer día a día lucha, para que el pueblo cristiano tenga voz y voto dentro de los planes, que el gobierno diseña para nuestra nación. Se trata de la Dra. Lorena Ríos Cuellar, asesora del ministro del interior el Doctor Juan Fernando Cristo, quien viene desarrollando una labor muy importante, en cuanto a libertad religiosa y de cultos se refiere; llevando cada uno de éstos aspectos a una política pública.

 VC: ¿Quién es Lorena Ríos Cuellar?

LRC: Primero que todo, un saludo a todos los lectores del periódico Valores Cristianos. Lorena Ríos Cuellar, es una abogada; pero antes de ser abogada, soy cristiana desde los doce años; me formaron en las Asambleas de Dios desde niña, nací en una iglesia que se llama Centro Cristiano Los Pinos en Cúcuta. Tengo una especialización en Derecho Ambiental y tengo una maestría en Derecho Administrativo, en Colombia; y en Londres, estudié “Minorías, Derechos Humanos y Protección de Grupos Minoritarios”.

Cuando regreso al país, luego de mis estudios en el exterior, el presidente de Asambleas de Dios me colocó un desafío, que ha sido mi campo de entrenamiento; fue ser durante una década, la abogada nacional de las Asambleas de Dios y tuve que estructurar y organizar en todos los niveles la temática de iglesia al interior; era un cargo que no existía.

Yo creé un departamento en que tenía funciones no sólo de mirar al interior de la iglesia; sino todo lo relacionado con contratación tanto de pastores, como de administrativos; seguimiento a los impuestos a cargo de la iglesia; proceso adecuado para la celebración de matrimonios; el cumplimiento de las normas urbanísticas; la realización de acciones para mitigar el ruido de las iglesias; la presentación de proyectos a nivel local, nacional e internacional; en fin toda una nueva estructura legal.

 

VC: ¿Cómo es su balance de gestión como asesora del ministro?

LRC: Quiero contarles que este es un espacio donde Dios ha permitido abrir unos caminos muy importantes, para el desarrollo de la libertad religiosa y específicamente, más que el desarrollo de la libertad religiosa, la participación de la iglesia, como un actor social clave, en la transformación de las comunidades.

En todo el desafío que hemos avanzado como Ministerio del Interior, en los últimos dieciocho meses, que es el tiempo que llevo en esta gestión, hemos logrado tres aspectos importantes:

  1. Lograr dentro del Plan Nacional de Desarrollo, la inclusión del sector religioso, como un actor social clave en la transformación de conflictos, como un actor que está dispuesto para prestar un acompañamiento en la convivencia y en la construcción de paz territorial y de allí, la ley conlleva a la formulación de los lineamientos de la primera política pública en la cual se fortalece la participación del sector religioso.
  2. Crear por primera vez, una función dentro de la parte misional, que fortalece la participación de las entidades religiosas y sus organizaciones sociales del sector religioso en la construcción de paz territorial, en la programación presupuestal de los gobiernos departamentales, en los concejos nacionales de participación, y en los concejos municipales y departamentales de planeación.
  3. y por último, presupuesto. Ya empezamos con un presupuesto para hacer la primera caracterización del sector interreligioso de Colombia.

 

Con todo lo anterior, ¿Qué se ha logrado? Que en los planes de desarrollo municipales y departamentales se hable del sector religioso; tenemos cupos ya asignados al sector religioso, en esa estructura de articulación nación-territorio.

 

VC: ¿En qué consiste esa caracterización?

LRC: En este momento, el Ministerio del Interior tiene cinco mil ochocientas entidades religiosas inscritas, de las cuales sólo tenemos el dato del número de la personería, el nombre de la iglesia, y, en algunas ocasiones, algún teléfono, pero es el teléfono Telecom, o sea, imposible comunicarnos. Entonces, vamos a hacer un trabajo de campo, con las iglesias que están en los territorios, y vamos a hacer un censo, con unas preguntas muy específicas, en donde estamos:

  1. Actualizando su parte religiosa.
  2. Actualizando también su accionar social en el territorio, su acompañamiento a las víctimas.
  3. Vamos a verificar las poblaciones objetivas, específicamente mujeres y jóvenes, que están trabajando en territorio.

Esta información nos va a permitir a nosotros tener un mapeo real, de qué están haciendo las iglesias en territorio; porque las falencias que hemos tenido, cuando hemos podido llevar a la iglesia a conectarse con programas gubernamentales, es que la iglesia no tiene cifras, ni tampoco tiene estadísticas; y eso, en la formulación de proyectos, es un tema clave; si no está, es muy difícil que las iglesias puedan acceder a recursos.

 

VC: Este trabajo de campo es bastante tedioso y amplio ¿Cuenta usted con un equipo de apoyo?

LRC: El Ministerio del Interior logró una alianza con organizaciones sociales, que nos van a permitir ir a campo; vamos a hacer unos encuentros muy intencionales, en donde vamos a trabajar temáticas puntuales: El acercamiento de los gobiernos departamentales con las iglesias y una pedagogía frente al tema de la construcción de paz territorial, donde ya con la oficina del alto comisionado, trabajamos en conjunto con el ministerio del interior, la primera cartilla pedagógica, dirigida al sector religioso, no teníamos antecedentes.

 

VC: Puedo decir que este trabajo viene a permear y sensibilizar algunos factores de las negociaciones que se vienen realizando en la Habana

LRC: Lo que sucede es, que en los acuerdos que se han establecido en la Habana; ya se estableció el sector religioso, específicamente la iglesia católica, y a las otras iglesias, entre ellas están las otras iglesias cristianas, las confesiones judías y musulmanas; se estableció que debían tener un espacio, una intervención, un acompañamiento, en los espacios del plano de reconocimiento.

Eso genera una cantidad de acciones, entre las cuales están ceremonias litúrgicas, en las cuales las mismas víctimas piden que en su propia confesión de fe, se realicen ceremonias a la entrega de los restos de sus familiares; también eso permite la articulación de ceremonias religiosas en los territorios, en donde las mismas víctimas piden que ya no sea la iglesia católica, sino también las cristianas, sus pastores y sus líderes religiosos, los que hagan esos actos de reconocimiento.

También permite la conformación de los concejos de reconciliación que tienen un cupo para las iglesias; también permite el fortalecimiento y la visibilización de las iglesias, como los responsables de la función psicosocial en esta temática de conflicto. Todo deriva de los acuerdos de la Habana.

 

¿Cuál era la situación de desventaja que teníamos nosotros? Que las negritudes y las etnias indígenas, tienen específicamente por ley, un marco en donde las convocan directamente.

¿Qué hicimos nosotros? Logramos, buscar desde el rol estratégico que tiene la iglesia como un actor clave en reconstruir el tejido social; buscamos el marco para que nos dieran ese valor, como un actor más. Entonces, eso nos está permitiendo que las estrategias que también haga el estado, se convoque a las iglesias que tengan proyectos estructurados, programas organizados para ejercer ese plan, ese papel.

 

VC: ¿Cómo le gustaría entregar su cargo?

LRC: Me gustaría tener el censo realizado; tener por lo menos, el sesenta por ciento del sector religioso incidiendo en los planes de desarrollo y ejecutando proyectos con gobernadores y alcaldes; con una oficina, con una dirección de asuntos religiosos, que ya está técnicamente viable y que ya hayamos podido obtener los recursos para que sea una realidad; y, que la iglesia, sea una iglesia participativa. Eso es lo que me gustaría dejar en este proceso.

 

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