“La idea sentipensante que hablaba Orlando Fals Borda investigador y sociólogo colombiano”

“Hemos visto una producción muy importante de filósofos, sociólogos y críticos sobre todo del capitalismo, que han planteado las implicaciones y las alternativas al mundo pandemia, a la crisis sociosanitaria descomunal en la cual cae el capitalismo, en busca de una solución sanitaria” expresó Humberto Tommasino quien es Maestro en Extensión Rural graduado en 1992 en la Universidad Federal de Santa María de Brasil.

“Nos afiliamos a una idea, que sabemos que es controversial, que es minoritaria, pero aun así entendemos que las universidades tienen que transitar por ese camino, por un camino de transformación crítica de la realidad junto con los movimientos populares de todo América Latina, para pensarlo en términos de región del Caribe. De allí estamos pensando cómo debería funcionar la universidad y la formación de los profesionales, de los graduados. Como una cuestión de formación crítica humanista. Allí hay una doble concepción: aquella idea sentipensante que hablaba Orlando Fals Borda investigador y sociólogo colombiano que es pasar por una construcción crítica y humanista” puntualizó Tommasino quien es Doctor en Medio Ambiente y Desarrollo en 2002 en la Universidad Federal de Paraná, Brasil.

“La extensión crítica aporta de una forma a los graduados universitarios y también a los docentes” agregó el Profesor Adjunto Unidad de Extensión.

Con Tommasino quien ha publicado numerosos artículos en revistas, capítulos de libros y obras relacionados al desarrollo sustentable y la extensión universitaria y rural conversó el Periódico Valores Cristianos.

Entrevista

¿Como se debe incorporar todos los temas de extensión universitaria dentro del currículo de enseñanza o del proceso enseñanza aprendizaje desde el momento de las aulas de clases?

Eso lo estamos trabajando desde hace tiempo, hemos encontrado tres formas de vincular tres funciones sustantivas que son la enseñanza- aprendizaje, la investigación y la extensión consideramos que hay que articularlas.

El formato más tradicional que está en muchas universidades a nivel de América Latina sobre todo en las públicas es el formato vinculado a proyectos de extensión, inclusive vinculado a las vicerrectorías, las secretarías de extensión, etc.

Tenemos algunos grupos docentes con algunos estudiantes muy pocos que hacen una tarea de extensión en parte de lo curricular. Aparte de la currícula normal inclusive en algunos casos se puede curriculizar o darle créditos, pero siempre queda como por fuera del acto educativo cotidiano de la tarea docente y la formación de los estudiantes.

Después hay un segundo modo de cómo pensar la incorporación que es básicamente argentino por lo menos de lo que yo conozco, que se llama prácticas socioeducativas o socio comunitarias o socio territoriales donde en determinado momento de la formación de la carrera de los y las estudiantes hay una materia, una disciplina que trabajan obligatorio. Por eso, es que son prácticas socio territoriales o socioeducativas o socio comunitarias donde los estudiantes pasan por esa materia a nivel de organizaciones sociales, territorios rurales, barrios. Es muy interesante esa línea de trabajo. A la que se designa como esa forma que yo planteaba.

Eso generalmente se hace a nivel de cada facultad, no es que haya un curso especialmente para todos, sino es que cada facultad, diseña desde su maya curricular, permanente una instancia, pero también fija el trabajo de extensión incorporado a lo que es la currícula normal. Eso es obligatorio, hoy hay casi 90 universidades argentinas y varias que tienen un proceso de 10 años en esto.

Pero hay prácticamente 40 que han avanzado por lo que yo he sabido, tengo mucho vínculo con Argentina y ha habido un salto cualitativo.

El primer espacio de prácticas socio comunitarias universitarias fue en la Universidad Nacional de Río Cuarto, si no me equivoco en el año 2009 en Argentina.

Por fin, hay una tercera posibilidad, de cómo incorporar la extensión a la formación de los estudiantes al currículo que es como la vía uruguaya, que no es exclusiva porque se da también en otros lados, sino que en el caso de la Universidad Republica Uruguay, se hizo a nivel institucional como campus universitario, no para alguna cátedra, sino que se propuso en el marco de una reforma universitaria, donde hablamos de prácticas integrales como una cuestión de cómo se puede ir incorporando dentro de los planes de estudio.

En donde si bien puede haber disciplinas que no estén dentro de la maya curricular permanente la idea central es que las distintas disciplinas o los distintos estadios vayan a incorporar la extensión dentro de su práctica cotidiana.

Que el docente dentro de cualquier disciplina, del primer año, del segundo año, tercero o cuarto puedan incorporar juntos con otros docentes de otras disciplinas la extensión como parte de su curso semestral o curso anual. Pues eso tiene varias connotaciones muy importantes, una que está vinculada a muchos docentes, no a los docentes especializados que son los de las prácticas socio comunitarias pero los proyectos que hacen la extensión ósea que intenta especializarse de la idea de docentes especializados de la extensión.

Lo que dice es que los docentes tenemos que ser todos o todas en la medida de lo posible docentes integrales que trabajan juntos a sus estudiantes en cuestiones vinculadas a la enseñanza y aprendizaje claramente, a la investigación y la extensión.

Son docentes integrales que, sin duda, tienen que pasar por una fuerte fase de formación. La universidad tiene que promover la formación de estos docentes para que puedan enseñar a hacer extensión y aprender a hacer extensión con sus estudiantes. Enseñar, hacer investigación con sus estudiantes y completar allí la creación de las tres visiones sustantivas articuladas de una manera muy dialéctica porque de alguna forma se afectan entre ellas.

Las tres funciones comienzan a estar en un mismo espacio, temporal, curricular y espacial. Hay un espacio de tiempo compartido, de las tres disciplinas que de alguna forma permite que esa idea de educación bancaria de Freire que el único que sabe es el docente, el único aprende es el estudiante, porque no sabe, esa idea se rompe. Porque de alguna forma alguna forma el territorio, ósea los actores

sociales traen esta noción de dialogo de esta extensión critica, que trae otros saberes que nutren a la formación de los estudiantes y los docentes con un saber distinto al que matriza la educación científica académica. Ósea que de alguna forma hay como una alteración, como una modificación de la metodología. Hay como un saqueo de ajedrez a las posiciones estereotipazadas que el único que sabe es el docente y el único que aprende es el estudiante.

Hay un tercer autor que irrumpe que son los actores sociales, las poblaciones con las cuales vinculados que trae su saber y que enseña y aprende con los entes estudiantes. Allí aparece una coordinatoria, que también se da en las prácticas educativas, pero se da cuando está dentro de las disciplinas educativas por ejemplo de un semestre o cuando un conjunto de disciplinas de un semestre de cualquier formación va al territorio y le pregunta a la gente que problemas hay y que tipo de debilidades creando una agenda de investigación en forma conjunta.

Se intenta aprender de lo que sabe la población manipulada a muchas cuestiones que tiene que ver con la organización y con resolver problemas de la práctica cotidiana. La formación de los estudiantes se da realmente situada en el medio como aprendizaje. El medio enseña y este solo se actualiza mediante sus servicios sociales que nos enseñan desde sus problemas de sus alternativas, sus luchas, sueños, proyectos, allí es donde se concreta el dilema de la extensión critica y de la articulación dialéctica a nivel universitaria y tangibles.

Estos tres formatos deben convivir, debe haber proyectos de extensión porque pueden acercar a los estudiantes y docentes que tengan intereses específicos. Las practicas socioeducativas comunitarias son importantes porque abarcan a todos los estudiantes y creo que las diciplinas en conjunto con otras deben tener un abordaje territorial de trabajo de extensión y vinculadas al medio.

Me parece que si son cosas diferentes se pueden combinar de una manera muy holística, muy creativa, eso es lo que no hemos tenido. Proyectos hay casi en todos lados, porque tenemos proyectos con practicas socioeducativas o tenemos proyectos espacios de formación integral. Pero me parece que hay que hacer una cosa que junte las tres cosas dando énfasis a las dos propuestas ya que la gran parte pasan por pasan por experiencias de extensión.

ESCRITO POR: JULIO ROCHA Y ALBERTO CABEZAS

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