La Grata Sorpresa al Descubrir las Raíces Bíblicas de Nuestra Fe

Por: Danny Voll
dannyvoll@yahoo.com
www.amigosporisrael.org

Nací y fui criado en la iglesia luterana en los estados de Michigan, Minnesota y North Dakota del norte central de los Estado Unidos. El Señor me toco mi corazón, lo conocí a la edad de 8 años, y decidí ser o pastor o misionero luterano, pues tenía un tío misionero en la India. Estudie el Catecismo de Lutero para mi confirmación en la iglesia a la edad de 13 años. Mi papá me explicó que la iglesia luterana tenía la doctrina correcta entre todas las denominaciones cristianas.
Ser pastor luterano fue mi plan. Pero Dios tenía otros planes. En bachillerato me aburrí de la iglesia luterana, buscaba al Señor, y en la universidad conocí a una iglesia de casa en la Ciudad de New York que enseñaba acerca de la importancia de orar por el Pueblo judío y el Estado de Israel.
Me fascino. Quería viajar a Israel. Pero otra vez, Dios sabia mejor. ¡Me mando a Colombia!
Pronto llegue a ser profesor de inglés en el Centro Colombo Americano, y luego Dios me puso en el Colegio Colombo Hebreo de Bogotá, no solo para enseñar inglés, sino para aprender de la cultura judía y sus fiestas, tanto en el mundo como en Israel. El Colegio me mando a Israel con 33 chicos de 16 años durante 4 meses, y ¡SOBREVIVI! Dios es bueno.
“Te vas a convertir?”, los estudiantes me preguntaron. “Bueno,” les conteste, “Si me convierto, ¿puedo seguir creyendo en Jesús?” ¡Las expresiones en sus caritas me dijeron que ellos estaban convencidos que no! Entonces les explique que como Jesús era judío, me dio un corazón judío. Ninguna “conversión” era necesaria.
¡Si! Jesús era judío. Ahora me tocaba estudiar y poner atención y separar entre lo que era la tradición judía y lo que era bíblico; ¡reconocer lo que Jesús hacia y celebraba como judío y por qué, y mirar que tendría que ver conmigo como cristiano!
Por ejemplo, todos sabemos que la “última cena” de Jesús con sus discípulos fue una celebración de la pascua judía, recordando la salida de Egipto. Sin embargo, en mi crianza luterana, nunca entendí la conexión entre la salida de Egipto y mi participación en la Santa Cena el domingo en la iglesia. Luego, en Bogotá, familias judías me invitaban a celebrar la Pascua, “Pesaj”, con ellos en familia. Fue
maravilloso. Pero fue aún más exhilarante la primera vez que celebre el Seder de Pesaj (el Orden de la Pascua) en el contexto de que Jesús fue el cumplimiento de ese festivo que Moisés mando al pueblo hebreo cumplir. No solo que él fue el Cordero cuya sangre nos cubrió para que el ángel de la muerte no entrara. Hay muchos más detalles del “Seder” que son “Diosidencias” increíbles, porque “coincidencias” no pueden ser. Después les cuento.
Luego, en el Colegio Hebreo y las sinagogas contaban siete semanas, 50 días, desde Pesaj hasta la Fiesta de Semanas, “Shavuot”. ¿Porque harían eso? Porque está escrito en la ley de Moisés. Dios le había dicho a Moisés. Si, pero. ¿Qué significado tendría? ¿Y qué importancia hay para mí como cristiano?
De pronto aprendí que todos los varones israelitas tenían que estar en Jerusalén para tres fechas durante el año: La Fiesta de Pesaj (recordando la salida de Egipto), cuando Jesús fue sacrificado, crucificado; La Fiesta de Shavuot (las semanas, primicias), Pentecostés, cuando Dios mando el Espíritu Santo sobre los
120 en al Aposento Alto, como primicias de la iglesia; y La Fiesta de Sukot (Tabernáculos, la última cosecha), cuando Jesús volverá para reunirse con su iglesia, su pueblo.
Wow! Después de 2000 años de un cristianismo romano y griego, por fin estamos captando y entendiendo las raíces bíblicas, que son hebreas, de nuestra fe, saboreando la rica savia de que Pablo nos habla en Romanos 11: 16 “li Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. 17  pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18  no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.”
Así que, los invito a aprender más. NO es para volverse judío. NO es para judaizarse. Es para aprender, entender el fondo hebreo bíblico de nuestras creencias en Jesús como salvador, como el mesías, el Cristo. ¡Bienvenidos!

Por: Danny Voll
dannyvoll@yahoo.com
www.amigosporisrael.org

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