La criada que se puso los lentes de la fe

Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. 2 Reyes 5,3

“¡Ah, así es!” La señora que
creía incondicionalmente


Para el hombre es difícil comprender el corazón de Dios, si aceptamos la palabra, la fe entrará en nuestro corazón y seremos benditos. Una hermana me dijo: “Mi hermana tiene cáncer y es muy grave”. Cuando alguien está enfermo, calcula si puede curarse o si va a morir. Si uno recibe el perdón del pecado, se hace uno con Dios y se da cuenta de que el cáncer no es nada. Yo le dije a la hermana que tenía cáncer: “Nunca pelee contra el cáncer, deje que Jesús pelee”. Hay personas que escuchan, pero no aceptan y siguen con su pensamiento. siempre decía: “Así es”, y se recuperó rápidamente. tiempo despúes le pregunté: ¿Por qué razón aceptaba todo lo que le decía?”
—Pastor, yo estaba a punto de morir. No tenía otra opción, tenía que escuchar.

¿Por qué nos preocupamos si Dios está con nosotros?

En nuestra vida pasamos dificultades, pero si solo vemos los problemas, vamos a fracasar y morir. En Hechos 16, Pablo y Silas fueron azotados y encarcelados. Creo que oraron y cantaron: “Dios está con nosotros, aunque fuimos azotados y encerrados, estamos agradecidos porque en cualquier lugar, Dios está con nosotros”. En ese momento, vino un gran terremoto, se abrieron las puertas y las cadenas se soltaron. Esto nos enseña que si creemos en Dios y él está con nosotros, aunque tengamos dificultades, no habrá ningún problema.

Llegué aquí a causa de la lepra de mi amo

En 2 de Reyes 5 sale una muchacha de Israel, que fue llevada cautiva cuando hubo guerra entre Siria e Israel. Es una historia triste. ¿Puede ver a su familia, le pagan o le dan vacaciones? Ella pensaba: “¿Por qué a mí, yo creo en Dios; realmente él está vivo? ¿Por qué tengo que cocinar y lavar para un leproso?

La muchacha encontró el corazón de Dios por medio de los ojos de la fe: “¡Sí! Dios me envió a esta casa porque el general Naamán es leproso; si va con el profeta Eliseo, no hay ningún problema. Si el general se cura, se va a acabar la preocupación, vendrá mucha paz y todo el mundo será feliz. También el general recibirá la salvación. Yo también me alegraré mucho”

¡Tengo licencia de obstetricia!
La mayoría de las personas desean dirigir su vida y cuando tienen dificultades, sufren. También he tenido muchas dificultades; en 1974, mi esposa estaba en el último mes de gestación, se había acabado el alimento y no tenía ni una moneda, no pudimos comer desde el almuerzo. Esa situación fue muy complicada para mí. “¿Qué pasa si mi esposa da a luz?” Podía llamar a uno de los hermanos de la iglesia, pero no quería apoyarme en el hombre y dejar a Dios a un lado. Yo le decía a mi esposa: “Mi amor, aguanta un poco más”; pero me dolía mucho mi corazón. “Dios, ¿qué tengo que hacer?” Esa madrugada fue realmente la más complicada de toda mi vida. Al amanecer, era muy lindo, dije: “Dios, necesito tu ayuda, No me apoyaré en el hombre sino en ti”. Muy temprano, una señora nos visitó, una semana atrás había conocido nuestra iglesia. Cuando vio a mi esposa, se asustó. Han pasado 47 años pero aún recuerdo lo que me dijo: “Pastor, tengo licencia de obstetricia”. Empecé a derramar lágrimas: “Dios, de esta manera habías preparado todo”.
¡Dios está vivo y nunca decepciona a los que se apoyan en él!

La persona que disfruta de la bendición en ese mismo lugar y la que se va

Si nos ponemos los lentes de Dios, podemos ver todas las cosas positivamente, porque el poder de Dios está con nosotros. En cambio, si uno se pone los lentes de la desesperanza, mira todas las cosas con depresión. La muchacha
que le servía al general Naamán estaba cautiva, Naamán era leproso; había una situación triste y dolorosa. Ella tenía que sufrir, extrañaba su tierra natal, podría haber tenido una enfermedad mental, al preocuparse demasiado, podría haberse quejado: “¿Realmente existe Dios, por qué estoy cautiva, hasta cuándo tengo que vivir en la casa de un leproso, qué pasa si me contagio? Mi vida sería terrible.”
Al ver la situación puede ser así. Sin embargo, ella no vio la situación con sus propios ojos, sino con los de Dios.
Aunque tengamos una situación así, si miramos con los ojos de la fe, Dios va a trabajar y todo será diferente.
Las personas piensan: “Peco todos los días, ¿soy justo?” Aunque pecamos a diario, Dios nos dijo: “Perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. No podemos entender la palabra de Dios con nuestro pensamiento, ¿cómo puedo ser justo? La Biblia dice que cometemos pecados todos los días, no es que tengamos que limpiar cada día nuestros pecados, sino que ya están perdonados eternamente, esto es la eterna redención, es maravilloso.
Hasta ahora hemos creído en Dios bajo nuestro límite, hemos entendido solo lo que tiene sentido; desde ahora vamos a creer en Dios fuera de nuestro límite. Confíen en la palabra de Dios desechando sus propios pensamientos y Dios los bendecirá.

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