“Quiero que los jóvenes se acuesten felices
y se despierten con esperanza”
Pr. Ock Soo Park
Entre el 29 de julio y el 1 de agosto, tuvo lugar un evento que cambió la historia de millones de jóvenes: el IYF World Camp Online 2020, un evento espiritual, artístico y cultural especialmente diseñado para jóvenes.
Durante cuatro días, vimos cómo ni la raza, ni el nivel educativo o económico, ni el idioma, ni algún otro tipo de diferencia, fueron obstáculo para que jóvenes de los cinco continentes, más de 18 millones en América Latina, abrieran su corazón y encontraran la luz del Evangelio.
El IYF World Camp 2020 fue realizado por la Fraternidad Internacional de Jóvenes, IYF; una organización internacional con presencia en más de 90 países que desde el año 2001 se ha desafiado alcanzando nuevos retos para brindar alegría y esperanza al corazón de los jóvenes.
Originalmente, el IYF World Camp (Campamento Mundial IYF) es un evento que se realizó por primera vez de manera presencial en Corea del Sur y en el que participan cada año alrededor de 4000 jóvenes. Con el tiempo, más sedes de IYF en otros países se unieron para ser partícipes de este gran proyecto y los gobiernos de distintas naciones han gestionado y solicitado a la Organización ser anfitriones de este evento que ha llegado ha realizarse en 40 naciones al año convocando además la participación de jóvenes de otros países en la zona del país anfitrión. Particularmente en Colombia se ha realizado de forma presencial en cuatro ocasiones, en las cuales, los jóvenes de nuestra nación han vivido una experiencia sin igual.
En esta ocasión, IYF reconoció que la contingencia por la situación a causa de la covid-19 era la oportunidad dada por Dios para unir por medio de varias plataformas virtuales y medios de comunicación a millones de personas en un solo evento para que recibieran la fuerza y la paz que solamente puede encontrarse en la palabra de Dios. “Ahora, físicamente no podemos salir, pero nuestro corazón no se detiene”, fueron las palabras del Pastor Juan Park, Director de IYF Colombia, durante la ceremonia de apertura para América Latina.
En el marco del evento se realizaron programas como: el Campamento de inglés, Campamento de coreano y Expocultura; en los que voluntarios de diferentes países expusieron de forma lúdica su idioma, cultura y experiencias de vida.
En las Academias, otra de las actividades del Campamento, los participantes aprendieron sobre cocina coreana, animación 3D, pilates, fitness y educación sexual, entre otras. Durante las reuniones grupales, tuvieron también la oportunidad de intercambiar y compartir con otros jóvenes sus experiencias frente al evento. Además, se llevó a cabo el concurso Yo tengo talento, en el que mediante una convocatoria abierta y con una realización espectacular, Colombia obtuvo el primer lugar del concurso para la zona latinoamericana. Por su parte, The Righteous Stars, grupo oficial de baile de IYF, junto a las presentaciones culturales internacionales, transmitieron su felicidad a todo el público.
Entre los invitados especiales contamos con la participación de Nelson Cardona, alpinista colombiano, “escalador de sueños”, quien fue el primer latinoamericano en alcanzar la cima del monte Everest en condición de discapacidad física; su testimonio de vida transmitió esperanza a los jóvenes para superar obstáculos y dificultades sin dejarse vencer por estos sino enfocarse en alcanzar nuevas metas.
El mejor coro del mundo, el Coro Gracias, realizó presentaciones musicales del más alto nivel artístico pero, por sobre todo, que preparaban el corazón de los participantes para los momentos más importantes del evento: las Conferencias Magistrales; durante las que el fundador de IYF, el pastor Ock Soo Park, sembró profundamente en el espíritu de los jóvenes el mensaje del Evangelio. Gracias a las conferencias de este campamento, millones de jóvenes en Colombia y el mundo entero encontraron esperanza y agradecimiento en medio de la crisis de la Covid-19. Los testimonios de varios participantes expresan felicidad, esperanza y manifiestan cómo encontraron en las conferencias una nueva y mejor forma de pensar y vivir delante de Dios.