Andira, una mujer hindú, a causa de su creencia en la fe cristiana perdió 8 dedos por su suegro. Él estaba en contra de todo lo que ella realizaba porque iba en contra de las creencias nativas de su país. Dicho hombre decidió entonces quemarle sus dedos en aceite caliente, pero ella no se retractó en su creencia de Jesús como Señor y único salvador. Su familia al ver su resistencia decidió volverse al cristianismo.