FE Y PANDEMIA

Edgar Augusto Rojas García

Teólogo

@edgarrojas137

Hasta el fenómeno denominado pandemia por la Organización Mundial de la Salud ,WHO, por sus siglas en inglés, el famoso COVID 19 conocido por todos, muy pocos en esta era líquida sabía el termino por implicación y mucho menos por definición; Dicho en otras palabras, a todos nos tomo por sorpresa la mencionada pandemia, tanto semántica como operativamente hablando en términos sociales económicos, políticos y quien lo creyera también espirituales. Así las cosas debemos ampliar el término a sus justas proporciones.

En este sentido es preciso ubicarnos en el siglo primero de nuestra era cuando tuvo un giro dramático la historia de la humanidad con la aparición del cristianismo; movimiento liderado por Jesús de Nazaret, en compañía de doce seguidores a quienes denominó y constituyó apóstoles de su mensaje; la llegada del Reino de los cielos a establecerse en la tierra.

El mensaje proclamado en esas circunstancias era peligroso, revolucionario y novedoso en el sentido de la existencia de un reino terrenal todopoderoso e intocable liderado por el Imperio Romano. Cualquier propuesta diferente a las directrices del César se constituiría en motivo de confrontación y persecución. Para la muestra de lo descrito, está la evidencia del final del caudillo de Nazaret; la crucifixión, método cruel y espantoso aplicado a los peores criminales y rebeldes de la época

Sin embargo, la trágica experiencia del predicador de Galilea no fue impedimento para que sus seguidores persistieran en la misión dejada por su maestro quienes experimentaron los horrores del martirio y el exilio propiciado por el emperador de turno acompañado por el omnipresente ejército al servicio de su jefe máximo, el pontificus maximus, como se denominaba a los césares. El mensaje en medio de tales circunstancias creció sin limites, pues para la primera mitad del siglo cuarto, en los albores del edicto de tolerancia, llego hasta la misma casa del emperador, como también en todas las esferas de la sociedad; los militares, los servidores en el gobierno, los religiosos del momento, los paganos y hasta los esclavos llegaron a abrazar la fe cristiana porque les ofrecía dignificación de su existencia.

Pero en medio de esta creciente extensión de la fe aparecería lo que se puede denominar la primera pandemia en la historia de nuestra era y no fue precisamente una enfermedad sino el exterminio abierto de toda persona quien se declarara cristiana. Se calcula al menos en un sesenta por ciento la cantidad de personas creyentes asesinadas en la época; es decir treinta y seis millones de seres humanos en el transcurso de tres siglos, lo cual representaba un cuarenta por ciento, (40%), de la población mundial.

Heródoto, el padre de la historia afirmo: “Quien ignora la historia está condenado a repetirla”. Vuelvo a reiterar: la primera pandemia será “La pandemia de pandemias”; la actual también es pandemia por supuesto, y debemos entender su transición de pandémica a endémica, pero sin olvidar de cada uno de nosotros la responsabilidad social, o como se ha denominado la cultura ciudadana. Definitivamente la primera pandemia no fue biológica como esta, sino motivada por la fe, como muchas otras.

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