Estando en prisión encontró un versículo de la Biblia y descubrió la promesa de Jesús: “Yo estaré contigo”.
El joven chino Bosco Poon, creció como un inmigrante de Hong Kong tímido e inseguro, pero soñaba en convertirse en un exitoso músico. Anhelaba pertenencia y aceptación, algo que una pandilla de chinos le brindó y lo terminó atrayendo.
Un día, miembros de la pandilla de Bosco secuestraron a un hombre con el propósito de ganar dinero pidiendo un rescate. Escondieron al hombre en el sótano de su casa.
Él dice que al ver al hombre lo quería desatar y dejarlo escapar, pero, temía por las acciones que podrían hacer sus compañeros. Pasó el tiempo para que la policía encontrara su hogar y lo arrestaran a él con sus amigos. Un delito que le costaría 12 años de prisión.
Durante su estancia en la cárcel, comenzó a reflexionar sobre su vida buscando un cambio, ya que no soportaba la realidad que estaba viviendo. Fue en este momento que Bosco clamó y oró a Dios desesperado y lo primero que dijo fue: “Señor, ¿eres real?. Si eres real, ¿puedes hablarme porque no tengo a nadie más?
En su tiempo de intimidad con Dios, encontró un versículo de la Biblia y descubrió la promesa que Jesús tenía para él: “Yo siempre estaré contigo”. Bosco encontró a Dios a través de su Palabra y finalmente entregó su vida a Jesús.
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Por: Camilo Llanos
Universidad Jorge Tadeo Lozano