¿Ecumenismo…? o Libertad Religiosa

El pasado 4 de julio se dio aplicabilidad y celebración a nivel nacional del Día de Libertad Religiosa y de Culto, acto legalmente constituido mediante Decreto #1079 del 4 de julio del 2016, y firmado por el presidente de la República de Colombia.

Para ello, en la ciudad de Bogotá, el Ministerio del Interior convocó a todos los representante de las entidades religiosas existentes, para hacer acto de presencia en las instalaciones de la Biblioteca Virgilio Barco. Durante esta conmemoración, el Ministro del Interior, Guillermo Rivera Flórez, expresó que este es el primer acto que tiene “un símbolo de paz y convivencia…, porque aquí caben todas las creencias”. De igual manera, reiteró que el Gobierno Nacional, le ha apostado al fortalecimiento de la libertad religiosa y de cultos. “El Ministerio del Interior ha liderado esta conmemoración con actos en todo el territorio nacional, a través de las gobernaciones departamentales, alcaldías municipales y entidades inscritas de índole religioso.

Es digno de resaltar la actividad desarrollada como el «ABRAZATÓN«, por quienes fueron participantes de este histórico acto, mediante el cual todos se dieron un abrazo como símbolo del perdón, reconciliación, amistad, respeto, tolerancia y amor por el prójimo, como lo establece las Sagradas Escrituras. Fue un tiempo especial de koinonía y forma de compartir con los diferentes credos religiosos, a pesar de sus diferencias doctrinales.

Los avances, y parámetros que ha venido adelantando el Ministerio del Interior, lo ha llevado a expedir la Resolución #0889 del año 2017, la cual establece los lineamientos para garantizar la participación directa del Sector Religioso, en la formulación e implementación de la Política Pública Integral de Libertad Religiosa y de Cultos, así como definir estrategias de articulación intersectorial, interinstitucional y territorial en este proceso, para el cumplimiento del mismo objetivo (Importante leerla y analizarla detenidamente).

No obstante a todo lo anterior, da lástima tener que decir que todavía hay sectores cristianos que no han entendido estos avances, sino por el contrario, se lanzan con toda a criticar y denigrar los logros obtenidos, calificando dicho acto como un evento ecuménico y apertura al anticristo.

Estoy seguro, que aquellos que denigran sin conocimiento de causa, son personas que todavía están encerrados en las cuatro paredes de su templo, que no comprenden la importancia de salir de nuestro sitio de confort y predicar el evangelio a toda criatura a tiempo y fuera de tiempo; y precisamente estos espacios y momentos especiales que Dios permite, son los que debemos aprovechar para compartir de Aquel que murió en la cruz, compartir de Aquel que venció la muerte con poder y el Único que vive para siempre.

Somos llamados a ser luz en medio de las tinieblas, a ser la sal de la tierra, la luz en un mundo que anda en oscuridad y tinieblas, porque Dios «No quiere que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento».

 Soy consciente de que estamos viviendo los últimos tiempos, la venida de Cristo esta cerca, el que es santo, santifíquese más, y Dios viene por una iglesia santa, sin mancha y sin arruga. Pero también soy consciente que la libertad que Dios me ha dado, el amor por los perdidos, el saber en quien he creído, me da la fortaleza y confianza de poder moverme en medio de una humanidad que necesita ahora más que nunca del amor de Dios. ¿Y cómo conocerán de Dios…, si no hay nadie quien les predique?.

No señores, no confundamos los actos gubernamentales con los actos religiosos y sepamos aprovechar estos espacios de libertad que tenemos en nuestra amada Colombia y salgamos de nuestras iglesias y prediquemos el evangelio puro y verdadero. Demos gracias a Dios que no vivimos en un país musulmán o comunista, sepamos aprovechar la libertad que tenemos y compartamos de la Verdad que transforma vidas.