El cuarto jinete del apocalipsis.

 

 

APOCALIPSIS 6: 7-8.

 

Hablábamos cómo este jinete es el único que tiene nombre: Muerte y Hades. Igualmente referimos (Apocalipsis 6:8), cuatro formas en que esta muerte sucederá: por espada, hambre, pestilencia y animales. Espada, alude a una guerra no convencional – guerra nuclear-; hambre a escasez en una gran escala;  pestilencia, a virus, bacterias, epidemias y muchas dolencias, con ocasión de guerras, muerte y escasez de alimentos, y ante el colapso económico no habrán medicinas ni hospitales disponibles; finalmente, animales contribuirán con la muerte. Sobrevendrán plagas de ratas, zancudos y mosquitos, transportadoras de virus y bacterias.

 

Ahora bien, pensemos en el color verde de este caballo. El verde es el color del Islam. Islam quiere decir sumisión, someter a la fuerza a los demás. De hecho las mujeres en este sistema son esclavas; entretanto, el cristianismo levanta a la mujer.

 

El Islam habla del mesías o Imam por venir. Sus características exactamente  describen al anticristo. Entonces, el Islam lo está esperando. Si bien, éste vendrá del imperio romano restaurado; tal Imperio llegó a extenderse a lo largo y ancho del Mar Mediterráneo, más allá de la actual Europa, norte de África, Palestina y Siria. Así las cosas, no necesariamente el anticristo procederá de Europa; podría venir del mundo musulmán, y esto cobra sentido al considerar que los musulmanes radicales quieren restaurar el Califato, muy parecido al imperio romano.

 

Si no eres cristiano, estás bajo juicio de condenación (Hebreos 9: 27). Jesús habló del infierno como un lugar real de recuerdos y remordimientos por oportunidades perdidas para recibirle (Lucas 16: 19-31). El infierno está operando, lo creas o no. Llama de fuego para los que no conocieron a Dios, ni obedecieron al Evangelio (2 Tesalonicenses 1: 8); tormento de fuego y azufre (Apocalipsis 14:10 -11; 20: 14 – 15).  Allí horrores inefables e inexpresables, donde el gusano no muere ni el fuego se apaga (Marcos 9:48). Muchos caminan hacia allá (Mateo 7:13) Muchos se engañan al pensar que son demasiado buenos para no ir allí, o demasiado malos para no ir al cielo. No hay ni una ni otra cosa. Ven a Cristo, Dios perdona y nos viste con su justicia.

 

 

Tal como lo predijo Charles Spurgeon, hoy poco se predica del infierno. Anunciemos con apremio y determinación, las Buenas Nuevas de Salvación. Nada es más relevante; hacemos énfasis en cosas sociales, económicas y políticas  que, aunque tengan su lugar, no son tan importantes. Cuán significativo es predicar Juan 3: 16-18, pues sin Cristo, no hay escape de la Muerte y el Hades. Dios ha sido muy paciente, pero se avecina el trono de juicio y entonces no habrá más misericordia. ¿Dónde quieres pasar la eternidad?

 

Nuestra razón de ser como iglesia, es predicar el Evangelio a cuántas personas podamos. Ven a Cristo, recibe tu rescate y conoce el  amor de Dios. No te pongas en riesgo; la muerte puede serte repentina. Cristo y su resurrección, cielo e infierno no son una fábula: son reales.

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