Los misioneros cristianos, Kim Dong Chul, Kim Sang Dok y Kim Hak Song, fueron encarcelados por compartir el evangelio en la temible Coreal del Norte, siendo acusados de espionaje y actos ilegales. No obstante, hace poco el dictador Kim aceptó la solicitud del gobierno de Estados Unidos de liberar y dar amnistía total a los tres evangelistas. El presidente Donald Trump fue quien les dio la bienvenida como nuevos ciudadanos norteamericanos.