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AMA A TU ESPOSA TODOS LOS DÍAS COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ

El amor nos enseña a valorar a las personas que queremos, Dios nos ha dado el regalo del matrimonio y ha bendecido nuestras vidas con el hombre y/o la mujer que amamos; ciertamente hay momentos difíciles en esta travesía pero debemos recordar amar y honrar como la primera vez.

El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová. (Proverbios 18:22)

En esta oportunidad conoceremos algunos principios para honrar a nuestra esposa eternamente…

Conversa con ella

No solo le hables a ella. Habla con ella. Comparte tu vida con ella, tus esperanzas y sueños. Dile lo hermosa que es y lo mucho que la amas, díselo a menudo. Tómate un tiempo todos los días para dedicarlo a ella sin interrupciones ni distracciones

Guarda lo mejor de ti para ella

La rutina del día a día nos agota, llegamos cansados del trabajo y además de eso nuestros hijos nos esperar para jugar o para pasar tiempo con nosotros; sin embargo es importante que reserves el mejor tiempo para ella, al llegar del trabajo y por la mañana antes de salir.

Que tu mirada sea solo para ella

El hombre es muy visual y hoy día es fácil ir por la calle y observar como la delicadeza y pudor de la mujer se ha perdido, de manera que para cualquier hombre es tentador desviar su mirada a otras mujeres… ¡No lo hagas tú! Fija tus ojos solo en tu esposa, déjate atraer por su belleza, cuando estés fuera de casa mantén su imagen en tus pensamientos deseando solo verla y admirarla como la primera vez que la conociste.

Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello.(Cantares 4:9)

Sé el mismo en todas partes

Sé el mismo hombre estés o no estés con ella, sobretodo cuando te encuentres conversando con otra mujer. Es decir, ¿Le dirías los mismos cumplidos si tu esposa estuviese allí?  ¿Hablarías de los mismos temas si tu esposa estuviera allí? Sé el mismo en todas partes y en todo momento, especialmente cuando tu esposa no está contigo.

Su apoyo incondicional

El egoísmo es escurridizo y sobre todo cuando queremos ser el centro de atención. Deja tus intereses por un momento y descubre cuáles son sus esperanzas y sueños. Tú debes ser su bastón de apoyo principal. Debes apoyarla en todo y ser un gran consejero de modo que puedas guiarla a esperar y confiar en la voluntad de Dios

Da las mejores referencias de ella y exalta sus virtudes

Haz esto igualmente cuando ella este presente o no; delante de terceras personas es la mejor que puedes haceros. Por ejemplo, cuando estás hablando con alguien y tu esposa está a tu lado y dices “¿Sabías que mi esposa es una escritora maravillosa…?”. Por sobre todas las cosas, asegúrate de hacerlo con toda sinceridad y de hablar bien de ella cuando ella no está presente, especialmente cuando estás hablando con otra mujer.

Las discusiones deben darse de manera justa

Las discusiones y los desacuerdos van a suceder. Entonces es cuando tú te vas a sentir tentado a decir algo sumamente dañino. ¡No lo hagas! Sé justo y, todavía más, sé bondadoso. No saques a relucir cosas que sabes que son dañinas para ella y no utilices la manipulación para ganar una discusión. Tampoco seas orgulloso como para no aceptar tus errores y falla.

Dale acceso completo a tu vida

Y finalmente no escondas nada de ella, la confianza es primordial y debe ser absoluta para con tu esposa; todas tus cosas ahora también le incumben. No hay nada mejor que ser transparente sin nada que ocultar; y sin esperar a que ella te lo pida brindale acceso a todo.

Que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor… (1 Tesalonicenses 4:4)

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