Después de que 16 de sus futbolistas dieran positivo en las pruebas de covid-19 y otros siete fueran baja por lesión, tuvo que jugar en desigualdad contra Boyacá Chico.
La historia del equipo profesional colombiano Águilas Doradas de Rionegro está siendo tema de discusión en todo el mundo, obligatoriamente tuvo que jugar con siete jugadores incluso con su portero suplente como defensor central a pesar de las peticiones realizadas a la Dimayor (actual ente regidor de la liga profesional de fútbol).
En la previa a dicho partido, Águilas presentó un comunicado explicando las razones por las cuales se tendría que haber aplazado el partido por razones obvias que no apoyan el juego limpio, tendrían desigualdad de condiciones humanas y deportivas, pero este fue rechazado. Según la FIFA y las mismas normas del fútbol colombiano, un partido puede disputarse si cada club puede convocar al menos siete futbolistas. Lejos de lamentarse o de negarse a jugar, las Águilas Doradas saltaron al Estadio Alberto Grisales para buscar la hazaña y vaya si la consiguieron.
Durante el primer tiempo, el equipo de Boyacá fue incapaz de hacerles un gol y estaban aún en igualdad en el marcador, luego a los 57 minutos les marcaron y luego se presentaron dos goles más a los cuales los hinchas del fútbol no le dieron importancia. Antes de comenzar el partido, los jugadores del equipo “dorado” presentaron unas pancartas con los numerales #PrimeroLaVida #JuegoLimpio pero en los medios nacionales de televisión abierta no fue transmitida la imagen, lo cual generó aún más rechazo e indignación.
Muchos aficionados mostraron su indignación porque que la Dimayor no se solidarizó con este asunto, aunque eran las normas acordadas por los mismos equipos, al mismo tiempo que cientos de fans en el país y en el mundo dejaron comentarios de orgullo con las Águilas Doradas.
ESCRITO POR: CRISTIAN CAMILO OSORIO MUNEVAR