REFLEXIONES

No te preocupes…, Sé feliz!!

feliz     Es asombroso cómo el menor problema nos hace apartar la mirada de Dios. La tensión interrumpe nuestro sueño. Los vendedores telefónicos interrumpen nuestra cena. Los problemas de tránsito interrumpen nuestras vacaciones. Las llamadas telefónicas irrumpen en nuestro trabajo. Las re-estructuraciones empresariales  interrumpen nuestros objetivos. Nuestro insomnio interrumpe nuestro progreso laboral, ¡y A veces nuestra digestión!.

En momentos como estos, debemos dar un paso hacia atrás y ganar perspectiva. ¿Se detendrá el mundo si no llegamos con un trabajo a tiempo o no logramos esa tan deseada promoción?

¿Dejarán los bebés de sonreír y los pájaros de cantar si los ingresos de la compañía no concuerdan con el presupuesto? ¿O si eligen como empleado del mes a la persona que menos lo merece?

¿Qué valor tiene una multa de tránsito, un neumático pinchado, un reporte terminado con atraso, un contrato perdido o una reprimenda fría de un jefe, comparado con el amor puro y eterno de nuestro Dios todopoderoso que nos limpió de todos nuestros pecados?

Una canción famosa hace varios años nos aconsejaba: Don´tworry. Be happy; es decir No se preocupen. Sean felices.

Preocuparse es como pagar intereses de una deuda que uno nunca tuvo.                                                            Mateo 6:27¿Y quién de vosotros podrá,por mucho que se afane,añadir a su estatura un codo?

 

cd2 ¿Quieres obtener una gran recompensa? Aléjate de la tentación

 

2 Corintios 7:1 “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en eltemor de Dios”.

Cuando entregamos nuestra vida a Jesús, el Espíritu Santo produce un cambio esencial en nuestro interior, libera nuestra mente y corazón, y nos lleva a tener una vida espiritual renovada. Esta transformación nos lleva a desear a Dios y su presencia con tal pasión que queremos crecer más y más en Él.

Un cambio como este comienza a darse cuando morimos poco a poco a las viejas costumbres pecaminosas. La santidad llega a ser parte de nuestra nueva vida y comenzamos a amar lo que Dios ama y a rechazar lo que él rechaza.

Tenemos la capacidad y Dios nos ha dado un libre albedrío para elegir cualquier camino, seguir y obedecer a Dios  caminando en santidad y alejándonos del pecado; o continuar por una vía desolada que nos llevara a un final de fracaso y muerte.

Amar a Dios es limpiarnos del pecado, andar en paz y santidad, porque sin ellas no veremos a Dios (Hebreos 12:14). Si nos equivocamos, debemos arrepentirnos, recibir el perdón y enderezar el camino.

“Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman”. Santiago 1:12 

Declaremos que por el Espíritu Santo venceremos toda tentación y no daremos lugar al mal, en el nombre de Jesús.

 

3 ¡Las apariencias engañan! procura que ese no sea tu caso

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En los tiempos antiguos era muy difícil que las personas pudieron tener un reflejo de sí mismas. Solo podían tener una leve percepción de su propia imagen en los cristalinos pozos o riachuelos calmados. La invención del primer espejo cambió todo. Luego se añadieron las cámaras fotográficas que junto a  la tecnología nos dan una visual detallada de momento específicos de nuestra vida, nuestra imagen y lo que somos. Tanto que nos empeñamos en vernos físicamente excelentes, a diario creamos un concepto en nuestra mente de lo que queremos ver reflejado en el espejo…. Pero olvidamos algo muy importante Lo que refleja nuestro interior. 

¿Realmente estamos mostrándonos sinceros a los demás?

Nuestro espíritu va a reflejar en nuestro cuerpo cuan saludables  estamos, lo primordial es estar en comunión integra con Dios, pero también con los demás, ¿has pensado en cómo te ve la gente?, Cuan agradable eres para los demás? como te definen las personas que te conocen? Que reflejas con tu personalidad?  (1 Corintios 11:28). Nos enseña que para tomar la cena del Señor dignamente debemos estar a cuentas con él y con quienes nos rodean, en integridad, pureza, relación.

Basta de pensar en que seremos humillados por reconocer nuestras faltas, más bien pensemos que al hacer esto somos promotores de la unidad en Cristo y beneficiamos nuestra relación con El Padre.

Parémonos frente al espejo y sintámonos dichosos de ser quien Dios quiere que seamos, quitemos todo disfraz y mostremos la imagen de Jesús al pensar, hablar y actuar.

2 Corintios 10:7 Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo. 

 

km4 Ama a tu esposa todos los días como la primera vez

El amor nos enseña a valorar a las personas que queremos, Dios nos ha dado el regalo del matrimonio y ha bendecido nuestras vidas con el hombre y/o la mujer que amamos; ciertamente hay momentos difíciles en esta travesía pero debemos recordar amar y honrar como la primera vez.

El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová. (Proverbios 18:22)

En esta oportunidad conoceremos algunos principios para honrar a nuestra esposa eternamente…

Conversa con ella

No solo le hables a ella. Habla con ella. Comparte tu vida con ella, tus esperanzas y sueños. Dile lo hermosa que es y lo mucho que la amas, díselo a menudo. Tómate un tiempo todos los días para dedicarlo a ella sin interrupciones ni distracciones

Guarda lo mejor de ti para ella

La rutina del día a día nos agota, llegamos cansados del trabajo y además de eso nuestros hijos nos esperar para jugar o para pasar tiempo con nosotros; sin embargo es importante que reserves el mejor tiempo para ella, al llegar del trabajo y por la mañana antes de salir.

Que tu mirada sea solo para ella

El hombre es muy visual y hoy día es fácil ir por la calle y observar como la delicadeza y pudor de la mujer se ha perdido, de manera que para cualquier hombre es tentador desviar su mirada a otras mujeres… ¡No lo hagas tu! Fija tus ojos solo en tu esposa, déjate atraer por su belleza, cuando estés fuera de casa mantén su imagen en tus pensamientos deseando solo verla y admirarla como la primera vez que la conociste.

Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; Has apresado mi corazón con uno de tus ojos, Con una gargantilla de tu cuello.(Cantares 4:9)

Sé el mismo en todas partes

Se el mismo hombre estés o no estés con ella, sobretodo cuando te encuentres conversando con otra mujer. Es decir, ¿Le dirías los mismos cumplidos si tu esposa estuviese allí?  ¿Hablarías de los mismos temas si tu esposa estuviera allí? Sé el mismo en todas partes y en todo momento, especialmente cuando tu esposa no está contigo.

Su apoyo incondicional

El egoísmo es escurridizo y sobre todo cuando queremos ser el centro de atención. Deja tus intereses por un momento y descubre cuáles son sus esperanzas y sueños. Tú debes ser su bastón de apoyo principal. Debes apoyarla en todo y ser un gran consejero de modo que puedas guiarla a esperar y confiar en la voluntad de Dios

Da las mejores referencias de ella y exalta sus virtudes

Haz esto igualmente cuando ella este presente o no. delante de terceras personas es la mejor que puedes haceros. Por ejemplo, cuando estás hablando con alguien y tu esposa está a tu lado y dices “¿Sabías que mi esposa es una escritora maravillosa…?”. Por sobre todas las cosas, asegúrate de hacerlo con toda sinceridad y de hablar bien de ella cuando ella no está presente, especialmente cuando estás hablando con otra mujer.

Las discusiones deben darse de manera justa

Las discusiones y los desacuerdos van a suceder. Entonces es cuando tú te vas a sentir tentado a decir algo sumamente dañino. ¡No lo hagas! Sé justo y, todavía más, sé bondadoso. No saques a relucir cosas que sabes que son dañinas para ella y no utilices la manipulación para ganar una discusión. Tampoco seas orgulloso como para no aceptar tus errores y falla.

Dale acceso completo a tu vida

Y finalmente no escondas nada de ella, la confianza es primordial y debe ser absoluta para con tu esposa; todas tus cosas ahora también le incumben. No hay nada mejor que ser transparente sin nada que ocultar; y sin esperar a que ella te lo pida brindale acceso a todo.

Que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor… (1 Tesalonicenses 4:4)

 

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